- A José, cuando hacemos el amor, se le calientan los testículos' -dice una de ellas
- Parece que eso le pasa a todos los hombres, porque a Arturo también le sucede lo mismo', responde la otra.
- Pues yo no me he fijado con Norberto, pero esta noche lo sabré', dice la tercera.
Al otro día, la mujer de Norberto aparece con un ojo morado, un brazo enyesado y moretones por todo el cuerpo.
- ¿Que te pasó?, inquieren preocupadas las dos amigas.
- Fue Norberto, responde.
- ¿Norberto?, ¿Pero, por qué te golpeó así?
- Es que anoche, cuando hacíamos el amor, le toque los testículos para confirmar lo que habíamos hablado y, al sentir que los tenia calientes, le dije:
Se te calientan igual que a José y Arturo...
...Y me cagó a trompadas.
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