Estaba una monja en el patio del convento moliendo maíz, y en el segundo piso otra monja con un dolor de muela muy intenso y como ya no se aguantaba más el dolor, para desahogarse se asoma por la ventana y grita:
“MUELA HIJUEPUTA!”, y la del patio le responde: VENGA Y MUELA USTED MALPARIDA.
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