Un borracho llega a un condominio, y toca el portero electrónico.
-¿Diga? Le responde una señora.
-¿Está su marido?
-Sí, ¿Por qué?
-Disculpe.
Y se va a otro condominio, y vuelve a llamar en los próximos tres condominios.
Llega al cuarto condominio y le hace la misma consulta:
-Señora, ¿Está su marido?
Y ella le responde:
-¡No, no ha llegado todavía!
Y el borrachito le dice:
-Señora, por favor puede bajar y decirme si soy yo.
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