Había un hombre que llevaba varios días por el desierto, de tan agotado que estaba no pudo más y se detuvo.
En eso pasa un árabe con un camello y el hombre le dice:
- Le compro su camello.
Contesta el árabe:
- Se tene mel doláres se lo vendo, si no nara.
- Sí, claro que sí, aquí tiene.
Entonces el hombre se sube y sigue su camino a camello, después de un buen rato el camello se cansa y se para.
El hombre decide cargar al camello y lo carga hasta el primer pueblo que había, donde se encuentra un taller de camellos.
- Disculpe, mi camello no quiere caminar, ¿puede revisarlo?
- Sí claro, súbalo a esa piedra que esta allí y levántele la pata de atrás por favor.
- Sí, claro.
En eso el técnico agarra un martillo y le da al camello en los huevos, con lo que se levanta el camello y empieza a correr como loco, y dice el hombre:
- Oiga pero y ahora cómo lo alcanzo?
- Bueno, súbase a la piedra.
domingo, 26 de abril de 2015
Camello
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