Un hombre ya no soporta a la mujer con quién salió a cenar en una
cita a ciegas. Por suerte para él, le pidió a un amigo suyo que lo llamara al restaurante a las 9 de la noche en
punto para inventar una excusa y escaparse. Tal como convinieron, el tipo
recibe la llamada y le dice a su acompañante:
- Lo siento mucho, tengo que irme. Mi padre acaba de morir.
- ¡Gracias a Dios! – responde ella -. Si no se hubiera muerto el
tuyo, tendría que haber sido el mío.
En el examen, el profesor le dice al alumno que no ha sabido contestar a ninguna pregunta:
-Le haré una última pregunta, si sabe, le aprobaré.
¿Cuántos pelos tiene la cola de un caballo?
-Treinta mil quinientos ochenta y tres.
-¿Y cómo lo sabe?
-Perdone profesor, pero esa ya es otra pregunta.
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