miércoles, 2 de marzo de 2016

Los pollitos . . . a bo ga do o o o o o o . . .

Un borracho estaba parado en la puerta de la iglesia, cuando ve salir al cura:
- Dígame padre, es cierto que usted aparta a las mujeres de la mala vida y la prostitución?
- Si, por cierto...
- ¿No me apartaría dos para el sábado?

Un hombre le pide ayuda a su vecino para que le ayude a mover un sofá que se ha quedado encajado en la puerta.
Entonces, uno se va a un extremo y el otro al del otro lado.
Forcejean un buen rato hasta que quedan exhaustos, pero el sofá, ni se mueve.
- Olvídelo, jamás podremos meter esto
El vecino lo mira con extrañeza y le pregunta:
- ¡Ah! ¿meterlo?

Un abogado, cansado de la vida de la ciudad, se muda al campo y decide dedicarse a los pollos. Se dirige a la tienda del pueblo rural cerca de donde ahora vive.
Me da una orden de 100 pollitos, el dice al comerciante.
Este le despacha la orden.
Una semana después, el contador regresa.
Me da otra orden de 200 pollitos.
El comerciante le vuelve a despachar la orden, pero a la semana siguiente regresa.
Hoy quiero una orden de 500 pollitos.
¡Guau!, dice el dueño de la tienda, a usted le tiene que estar yendo muy bien.

No, suspira el abogado, no se me dan, o los estoy sembrando muy profundo o muy separados.

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