Un hombre preocupado por la indiferencia de su esposa. Le aconsejan ser más fogoso:
“Cuando llegues a tu casa hazle el amor a tu esposa esté donde esté”.
Al día siguiente, el hombre cuenta:
“Mi esposa sigue indiferente, pero ¡cómo se rieron las visitas!”
No hay comentarios:
Publicar un comentario