Dos muy
buenos amigos van por la calle, cuando de repente uno de ellos se
para y
exclama:
-
¡Cielos! ¡Mi mujer y mi amante vienen charlando hacia aqui!
Su amigo
le mira con cara de estupefacción y le dice:
- ¡Vaya!
¡Yo iba a decir lo mismo!
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