jueves, 14 de mayo de 2009

de Arabes

Había un hombre que llevaba varios días por el desierto, de tan agotado que estaba no pudo más y se detuvo.
En eso pasa un árabe con un camello y el hombre le dice:
- Le compro su camello.
Contesta el árabe:
- Se tene mel doláres se lo vendo, si no nara.
- Sí, claro que sí, aquí tiene.
Entonces el hombre se sube y sigue su camino a camello, después de un buen rato el camello se cansa y se para.
El hombre decide cargar al camello y lo carga hasta el primer pueblo que había, donde se encuentra un taller de camellos.
- Disculpe, mi camello no quiere caminar, ¿puede revisarlo?
- Sí claro, súbalo a esa piedra que esta allí y levántele la pata de atrás por favor.
- Sí, claro.
En eso el técnico agarra un martillo y le da al camello en los huevos, con lo que se levanta el camello y empieza a correr como loco, y dice el hombre:
- Oiga pero y ahora cómo lo alcanzo?
- Bueno, súbase a la piedra.
*
Amit era un alto funcionario de la corte del Rey Akbar.
Hacía mucho tiempo estaba obsesionado con el deseo incontrolable de chupar los voluptuosos senos de la reina hasta hartarse.
Por supuesto, nunca había podido hacerlo.
Un día reveló su deseo a Birbal, principal consejero y Abogado de la Corona, y le pidió que hiciese algo para ayudarlo.
Birbal, después de mucho pensar, aceptó ayudarlo, con la condición de que Amit le pagara mil monedas de oro.
Amit aceptó el acuerdo.
Al día siguiente Birbal preparó un líquido que causaba picazón y lo derramó en el sostén de la reina mientras ésta tomaba un baño.
Pronto el escozor comenzó y fue aumentando en intensidad, dejando al rey preocupado y a la reina muy molesta.
Pero Amit había subestimado al Abogado de la Corona, hombre de muchos recursos como todos los de su profesión.
Al día siguiente Birbal colocó el mismo líquido en los calzoncillos del rey.
Moraleja:
NUNCA DEJES DE PAGARLE A TU ABOGADO
*
Un árabe caminaba por el desierto, cuando encontró una lámpara.

Al abrirla - ¡sorpresa! Apareció un genio:

- Hola! Soy un genio de un solo deseo, a tus ordenes.

- Entonces, quiero la paz en Oriente Medio. Vea este mapa: que estos países vivan en paz!

El genio mira el mapa y dice:

- Sea realista amigo. Esos países hacen la guerra desde mas de 5 mil años! Y para decirle la verdad, soy bueno, pero no tanto como para eso. Pida otra cosa.

- Bueno. Yo nunca encontré la mujer ideal. Usted sabe, me gustaría una mujer que tenga sentido del humor, le guste el sexo, limpiar la casa, lavar, planchar, que no sea habladora, que le guste el fútbol, que aprecie una cerveza, fiel, gustosa, bonita, joven, cariñosa y que no le importe que yo no tenga dinero.

El genio suspira profundamente y dice:

- Déjame ver ese mapa de mierda de nuevo.....


*
- ¿Nombre?
- Abu Abdalah Sarafi
- ¿Sexo? - ..4 veces por semana.
- No, no, no... ¿Hombre o mujer?
- Hombre, mujer... Algunas veces camello...
*

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