miércoles, 29 de enero de 2014

Nueva York

Una gallega toma el avión a Nueva York con
     un   pasaje en clase económica.

Cuando sube al avión busca su asiento y se encuentra con los asientos de primera clase.

Viendo que estos son mucho más grandes y cómodos, decide sentarse en el asiento que tiene su número.

La azafata revisa su boleto y le  dice a la chica que su asiento es de clase económica.

La gallega responde:

- Soy joven, gallega y bonita y voy a sentarme aquí hasta llegar a Nueva York y a mi nadie me mueve!!!

Frustrada, la azafata va a la cabina y le informa al capitán del problema con la pasajera.

El capitán envía al copiloto a hablar con la gallega y le confirma que su asiento es de clase económica.

La chica responde:

- Soy joven, gallega y bonita y voy a sentarme aquí hasta llegar a Nueva York y no se habla más!!!

El copiloto no quiere causar problemas por lo que se retira a la cabina para comentarle el problema al capitán.

El capitán dice que su novia también es gallega y que él puede hacerse cargo del problema ya que conoce cómo son.

Así que va a ver a la muchacha y le susurra algo al oí­do.

Ella inmediatamente se levanta y dice: Muchísimas gracias!!

Abraza al capitán y se va a sentar a su asiento de clase económica. El copiloto y la azafata, quienes estaban observando la escena alucinados, corren a preguntarle al Capitán

qué le había dicho a la gallega para convencerla.

El capitán les dice:
- Le dije que esos asientos no iban a Nueva York!

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