lunes, 22 de septiembre de 2014

Humor senil

Dos mujeres mayores han sido amigas por décadas. A través de los años ellas compartieron toda clase de actividades y aventuras. Últimamente, sus actividades se han limitado a encontrarse algunas veces durante la semana a jugar a las cartas.
Un día estaban jugando a las cartas, cuando una de ellas mira a la otra y le dice:
- Ahora no te enojes conmigo... Sé que hemos sido amigas por mucho tiempo pero... ¡no puedo recordar tu nombre! Pienso y pienso, pero no lo recuerdo. Por favor, dime cuál es tu nombre.
Su amiga la observa con una mirada penetrante. Por lo menos por 3 minutos, la sigue mirando sorprendida y finalmente le dice:
- Espero que no estés muy apurada por saberlo!

Dos mujeres mayores estaban un mediodía almorzando en un restaurante. Una de ellas observa algo gracioso en
la oreja de la otra y le dice:
-Tota ¿ Sabes que tienes un supositorio en tu oreja izquierda?
Tota sorprendida pregunta:
- ¿Tengo un supositorio en mi oreja? Lo retira y lo mira con asombro. Entonces dice:
- Chola, que contenta me pone que viste esto... ahora ya se donde esta mi audífono!

        Un servicio funerario se está llevando a cabo por una mujer que falleció.
Al finalizar el servicio, los portadores del féretro lo están llevando afuera cuando accidentalmente lo chocan contra una pared sacudiéndolo. Todos escuchan un débil gemido. Abren el féretro y encuentran con sorpresa que la mujer... ¡está viva!
Ella vive por 10 años más y entonces fallece.
Otra vez, se realiza una ceremonia y al finalizar la misma llevan el ataúd afuera del recinto. En el momento que están pasando por la puerta, el marido grita fuerte:
- ¡Cuidado con la pared!

        65 años de casados (APRENDAN AMIGOS... ESTO ES GALANTERÍA)
Una pareja de ancianos que cumplían 65 años de matrimonio, deciden ir a un restaurante para celebrar este evento.
Ya cuando están en el restaurante son atendidos por un mozo a quien cuentan el motivo de su celebración. El mozo los ubica en un lugar romántico para que disfrutaran de la cena.
El viejito, le dice a ella:
- Mi reina ¿Dónde quieres sentarte?
- Aquí, dice la anciana.
Luego el anciano le dice:
- Mi princesa ¿Quieres un aperitivo para comenzar?
La anciana responde:
- Me gustaría un vinito.
El anciano pregunta:
- Mi ángel ¿Qué te gustaría servirte en la comida?
Ella pide la carta y hace su pedido. El mozo no podía creer lo que oía.
Durante la comida el anciano vuelve a preguntar:
- Mi ángel ¿qué vino quieres para acompañar tu cena?
Pero ahí la anciana le dice:
- Primero iré al baño, necesito ir urgente.
Él le responde:
- Ve mi vida, yo aquí te espero.
La anciana se va y el mozo sorprendido le pregunta al anciano.
- ¿Cómo después de tanto tiempo llama Ud. a su señora con esa palabras tan lindas: mi reina, mi ángel,
mi princesa? Ud. me tiene admirado.
El anciano lo mira y responde:
- ES QUE NO ME ACUERDO COMO DIABLOS SE LLAMA...

                   LA PLEGARIA SENIL
Señor… otorgarme la senilidad para:
olvidar a las personas que de cualquier manera nunca me gustaron,
la suerte de encontrarme con aquellas que sí me gustan,
y la vista para darme cuenta de la diferencia.

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