sábado, 19 de marzo de 2016

Un viejo doctor

Esta es la historia:

Un viejo doctor estaba muy aburrido luego de haberse jubilado así que decidió abrir un nuevo centro clínico. 
Puso un letrero afuera que decía: 
“Doctor Martínez. Obtén tu tratamiento por 500 dólares y si no te cura recibirás 1000 dólares a cambio”.
 Justo en el barrio estaba el Doctor Lozano, un joven médico que creía que este “vejete” poco podía saber de medicina así que decidió ir a ganarse los 1000 dólares de recompensa y fue a visitarlo.

Entonces esto sucedió:

Doctor Lozano: “Doctor Martínez, he perdido todo el gusto de mi boca. ¿Me podría ayudar?”.

Doctor Martínez: “Enfermera, por favor traiga la medicina de la caja 22 y le da tres gotitas en la boca del señor”.

Doctor Lozano: “¡Puaj! ¡Pero si esto es gasolina!”.

Doctor Martínez: “¡Felicitaciones! Usted ha recuperado el gusto. Serían 500 dólares”.

El doctor Lozano se retiró muy enojado por el truco de su anciano colega y decidió volver un par de días después para recuperar su dinero.

Doctor Lozano: “He perdido mi memoria. No recuerdo nada”.

Doctor Martínez: “Enfermera, por favor traiga la medicina de la caja 22 y le da tres gotitas en la boca del paciente”.

Doctor Lozano: “¡Bah! ¡No lo haga! Eso es gasolina”.

Doctor Martínez: “¡Felicitaciones! Veo que ha recuperado su memoria. Serían 500 dólares por favor”.

Nuevamente el doctor Lozano se fue muy enfadado de la consulta de Martínez habiendo perdido mil dólares. Pero era tan terco que decidió volver una semana después para recuperar todo su dinero.

Doctor Lozano: “Mi vista se ha tornado muy débil. ¡Con suerte puedo ver un poco!”

Doctor Martínez: “Lo siento, pero para eso no tengo ninguna medicina. Así que aquí tiene sus 1000 dólares de vuelta (le entrega en vez un billete de 10 dólares).

Doctor Lozano: “¡Pero esto son sólo 10 dólares!”

Doctor Martínez: “¡Felicitaciones! Ha recuperado su vista. Serían 500 dólares”.


Moraleja de la historia: no porque seas joven significa que podrás engañar a un viejo.

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